lunes, 29 de noviembre de 2010

Brrrrrrrrrr....

   La leche, que frío hace. Nos ha llegado el invierno de pronto, totalmente a traición y con la misma mala leche que imagino les deben dar para desayunar en la cafetería de Telemadrid, a algunos de sus periodistas y tertulianos que sólo saben soltar mierda por la boca.
   Pero me voy a callar, porque si me meto en estos jardines es muy posible que acabe a tortas con algún jardinero, de esos que no dejan pisar el césped, pero que luego montan saraos en jardines ajenos.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Necesitamos miel

   Joer, ya sé que de repente estoy pesada, pero después de tanto tiempo en blanco, aprovecho cualquier momento de inspiración que me viene para escribir, para cuando vuelvan las vacas flacas (siempre he pensado que estas dos palabras se cotradicen la una a la otra) y me quede otra vez con la neurona en estado catatónico, que es el más habitual en ella, todo hay que decirlo. Aunque estoy empezando a pensar que, en estos tiempos en los que a la gente no le importa nada que la gente sepa que no sabe la diferencia entre escribir "haber" y  "a ver", siempre y cuando no te metas con su estética, gustos televisivos, musicales o deportivos. Pues quizás el solitario ser neuronal que habita (supongo yo) en mi cerebro, me haya oído o leído en algún momento, hacer algún comentario acerca de su desidia laboral y se me haya ofendido. Y por eso ha estado en huelga todos estos días.

El primer partido

    Ahora que he vuelto a la vida. Por lo menos a esta vida de literata de andar por casa, porque en la otra (o sea mi vida normal), llevo un par de semanas en un vivo sin vivir en mí, que me paso la mitad del día idiotizada y la otra mitad agilipollada, o sea, una auténtica ganga de persona y ser humano.
   Pero quiero creer que este alarde de inspiración de la que estoy haciendo gala hoy, puede querer decir que vuelvo por mis fueros y empiezo a espabilar aunque sea un poquito.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Alucina, vecina...

    Hoy es lunes, como supongo que ya habréis notado. Y como cualquier lunes, me he levantado con esa sensación de que los fines de semana son cada vez más cortos, y con la firme intención de reivindicar en algún sitio, la necesidad de hacer ver al Gobierno,  la incorrección de la organización semanal, en la que hay cinco días laborables y sólo dos de asueto, cuando claramente, debería ser al revés.
   Aunque hoy me he levantado con un ánimo bastante más alegre que el que tuve durante toda la semana pasada, no he salido de casa con grandes esperanzas, ya que, en los tiempos en los que estamos, el día quince ya es fin de mes y el personal se agarra a un clavo ardiendo, para no comprarte nada.
    Sin embargo, la primera en la frente, he ido a ver a una clienta, mi primera clienta para más señas, a la que no tenía muchas esperanzas de venderle nada más en una temporada, dado que hace un par de semanas había ido a visitarla y no había vendido casi nada. Y resulta que, aunque no es que haya vendido una barbaridad, sí ha sido suficiente para pedirme una cajita, que me ha alegrado la mañana, sobre todo por el hecho de que no tenía demasiada confianza en que fuera a ser una clienta de continuidad. Una vez más, me he equivocado, por fortuna.
    El resto del día ha sido un paseo, sumamente aburrido, por un montón de sitios en los que prácticamente no me han hecho caso y donde, lo más que he conseguido, han sido unas cuantas promesas para el futuro, en las que no sé muy bien si creer.
    Finalmente, hoy he hecho un enésimo intento por hablar con un cliente al que llevo persiguiendo sin éxito desde el primer día (y cuando digo el primer día, va totalmente en serio), y que por hache o por be, me iba dando largas, hasta que ya me he plantado y he ido mentalizada de que hoy hablaba conmigo por narices.
     No sé si habrá sido la personalidad arrolladora de la que he hecho gala, o que le he pillado con la guardia baja (lo más probable), pero hoy se ha parado a hablar conmigo y he aprovechado para soltarle la retahíla habitual esperando que hiciera efecto. Por la cara que ha puesto, no tenía la cosa mucha pinta de cuajar, así que he seguido pinchando hasta llevarle al punto de que, para quitárseme de encima, me pidiera aunque fuera una cajita de algo. Y la verdad es que tal y como me ha hecho el pedido, esa ha sido la impresión que ha dado, pero aquí se ha visto quien maneja pasta y quien no. Porque aquí el hombrecillo, para librarse de mí, me ha pedido nada menos que cuatro cajas y se ha quedado tan fresco.
     Le he tomado el pedido, intentando no desmayarme antes de salir, que la imagen es muy importante. Y luego he salido disparada para el coche, al tiempo que  me hacía un auto masaje cardíaco para que no me diera un soponcio, mientras me iba para el colegio, que ya era la hora de recoger a mi fiera. Allí he esperado a que llegara mi jefe para darle el parte del día. Y que puedo decir, si casi se le saltaban las lágrimas a la criaturita. Es que cuando me pongo, soy una máquina, pero aún así, alucinando estoy.

martes, 9 de noviembre de 2010

La unicej

    Ya que me he metido en faena y he escrito en el otro blog, pues voy a dedicar unos cuantos minutitos a este, para dar cuenta de acontecimientos recientes que, aunque no sean de una importancia vital, si tienen su interés y sobre todo, y esto lo entenderéis enseguida, tienen unas posibilidades de cachondeo que, aunque no deba una mofarse de la carne de su carne. Teniendo en cuenta lo que me dan por saco, no está de más, de vez en cuando, poder pasar un buen rato a su costa. Podéis llamarme madre desnaturalizada si queréis,  pero como me han llamado cosas peores, pues la verdad me da bastante igual.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Mira que te evangelizo

     Como el señor don Benedicto XVI, el Ratzi, para los colegas, se ha dignado a hacer una visita a este país de desevangelizados, me veo en la obligación moral de hacerme eco de la noticia y dar mi humilde opinión sobre esta visita, por muchos esperada, pero no por mí, precisamente. Porque además de la pasta que por lo visto va a costar la visita del hombre con el fondo de armario más aburrido del mundo y acólitos, creo que esta visita sólo va a servir para que se hagan más evidentes las ya de por sí amplias diferencias entre las gentes de éste, nuestro país.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Estamos mayores

     En este viernes que acaba, puedo decir que he hecho dos grandes descubrimientos. Uno, que después de todo al final igual no se me van a dar tan mal las ventas, aunque tampoco haya que echar las campanas al vuelo. Y que estoy más mayor de lo que me pensaba y ya no me refiero a físicamente, que eso lo tenía bastante claro. Ahora estoy hablando de psicológicamente, lo cual considero que es mucho más grave e irreversible.
    Hoy he vendido tres cajas. Y eso, porque me ha fallado un sitio en el que me van a pedir seguro. Pero al final va a ser el lunes porque, según me ha dicho el chico, aunque ayer él y su jefe, prepararon la lista de lo que iban a pedir (¡¡¡lista!!!), resulta que  se la ha dejado en casa y su jefe hoy no iba a currar, así que no se acordaba de lo que me tenía que pedir. Ya le he echado la bronca y le he dicho que sea la última vez que se olvida de mí y, cuando me ha dicho que el lunes me llamaba sin falta para hacerme el pedido, le he dicho que no, que ya pasaba yo y que más le valía que lo tuviera preparado. Hombre ya, hay que ponerse firme con estos jovenzuelos.
    Como es viernes y abren todos los pubs, he decidido que hoy acabaría un poco antes, para que me diera tiempo a preparar la maleta de Bonnie y Clyde, que se iban a pasar el finde con el otro bando. Y luego saldría a última hora de la tarde, para visitar los pubs que no abren durante el día.
     A eso de las siete y pico, he dejado a los txurumbeles y me he dirigido a la zona de pubs frotándome las manos ante la gran cosecha que he supuesto que iba a conseguir, dado que estos locales son muy adecuados para el producto que ofrezco y además, hoy parecía estar en racha. Cuando he llegado estaba todo cerrado, pero he supuesto que abrirían todo a partir de las ocho y me he ido a una papelería cercana dónde había encargado tinta para la impresora el otro día, y ya he aprovechado para recogerla.
     Cuando he vuelto a la zona de los pubs, eran más de las ocho e increíblemente, seguía todo cerrado. He pillado uno abierto, pero se ve que no le he visto antes, porque me ha dicho que abren desde las siete. Y luego he visto otro que, aunque estaba cerrado al público, tenía una puerta auxiliar abierta, porque estaban limpiando, y me he colado.
     Pero ya está, nada más. Y poco a poco se ha ido haciendo evidente la cruda realidad. Que es que, aunque para mí, las ocho de la tarde sea ya casi noche cerrada y hora de recogerse en casita. Para el resto de la humanidad es una hora en la que ni siquiera se plantean todavía salir, en una noche de viernes. Y es que estoy mayor y esto me lo ha hecho ver claramente. Me consuela el hecho de que, cuando he llamado a mi jefe para contárselo, se ha sentido totalmente escandalizado de que "a esas horas" estuviera todo cerrado. Que lastimica, como estamos. 

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Feliz cumple Iker!!!

    Me pongo en un momentito a dar cuenta de los últimos acontecimientos ocurridos en el seno de ésta, mi familia. Porque aunque no pensaba entretenerme en escribir nada hoy, he pensado que se me va a aburrir el personal y además, teniendo en cuenta esta gran memoria que me ha sido dada por ese ser todopoderoso, llamado San Genoma. He pensado que mejor hago un repasito hoy, porque si no, se me van a olvidar la mitad de las cosas.
    Bueno, primero y lo más importante de el día de hoy. Mi sobrino el canijo ha cumplido hoy su primer año y parece mentira que hayan pasado doce meses ya, desde que le vimos la cara esa de bruto que sacó al nacer. Pero sólo al nacer, que conste, que ahora es una monada y el niño más simpático del mundo y parte del extranjero, que diría mi padre.