martes, 24 de enero de 2012

Aprendiendo de la vida

     Bueno, aquí estoy con el primer balance de estos meses por tierras madrileñas, que he de decir que han dado para bastante. Mucho bueno y algunos momentos que, no por predecibles, son mejor aceptados. Y es que hemos tenido una baja familiar y, aunque se trataba del miembro más veterano de la familia (noventa y dos añazos, había cumplido), nos ha dejado a todos con una sensación un poco extraña, como de desconcierto. Supongo que es debido a que en mi familia (afortunadamente) hemos sufrido pocas bajas y hace bastante tiempo de ellas, por lo que no tenemos demasiada costumbre. Quizás algún día tenga la suficiente inspiración para hacer honor a su historia y dedicarle un post a mi aitite.