domingo, 30 de octubre de 2011

Makeando la vida

     Hoooolaaaaaa........Sí, estoy viva. No me han secuestrado, ni se me han caído los dedos y mi actividad mental sigue más o menos al mismo nivel, o sea en servicios mínimos. El cambio de aires me está valiendo para mejorar en varias facetas de mi vida, pero mi inspiración sigue por los suelos. Se ve que como venía aquí de vacaciones, mi neurona no se ha mentalizado de que ahora vivimos aquí y sigue amarrada a la tumbona como si le fuera la vida en ello.
      En vista de esta desidia neuronal, he decidido obligarla a realizar trabajos forzados y para que se ambiente le he dado un cambio de look a la república independiente de mi blog, que ya le estaba haciendo falta y además ya que se supone estoy redecorando mi vida, pues mi desganado blog no va a ser menos. Así que me he tirado un día entero probando diferentes fondos y diseños de pantalla, pero está visto que tengo alma de rica y lo que me ofrecía el servicio gratuito de Blogger no acababa de convencerme, así que me he dejado de pijadas y me he decidido por un estilo más sencillo, sin mucha decoración y tan solo la imagen que aparece en la esquina superior derecha, que creo escenifica bastante bien el espíritu de este blog y de la que suscribe.
         En cuanto a como me va la vida, pues como siempre, tirando.  En favor del cambio de aires, debo decir que me va saliendo curro. Poco a poco, de momento, pero más de lo que me salía antes, con lo cual me doy canto en los dientes. Aparte de un currillo fijo de pocas horas a la semana, ahora me ha salido otro para la campaña de Navidad que, aunque me va a durar sólo un par de meses (si llega), al menos es a jornada completa y consecuentemente, a sueldo completo.
        He empezado esta semana y los lunes, miércoles y viernes, curro en los dos sitios, un total de diez horitas, más transportes varios. Así que ya podéis imaginaros como he acabado, sobre todo los dos primeros días. Con deciros que el lunes no tengo muy claro como llegué al segundo trabajo, porque no tengo recuerdo alguno del trayecto y eso que iba conduciendo. Vamos, un auténtico peligro público.
        Pero bueno, a lo largo de la semana se me ha ido acostubrando el body al tute y el viernes después del segundo trabajo, me fui a hacer la compra, con un par.
        Mis hijos también se están adaptando bastante bien al cambio. Hacen el vago en el colegio con la misma confianza que en el otro y siguen tocando las narices, también con toda confianza. Aunque ahora no estoy sola en esta guerra y eso es algo que van descubriendo poco a poco.
         En primer lugar, de momento estamos viviendo con mi señora madre, hasta que solucione un pequeño problema que tengo para alquilar piso. Básicamente que hay que pagarlo. Como decía, al vivir con mi madre, ahora somos dos contra dos, a la hora de guerrear con los descendientes, lo cual se agradece inmensamente, después de siete años  de luchar en inferioridad numérica. Además tenemos apoyo logístico por parte de mi hermana, que al estar cerca y vernos más, no deja pasar ninguna posibilidad de darles un rapapolvo. Por mi parte yo intento hacer lo mismo con sus txurumbeles y así, a cuatro manos, se hace la cosa más entretenida.
        Problema, mi hija, que ya ha sido ampliamente descrita y vilipendiada en este blog  desde sus inicios, hete aquí que ha encontrado nuevos aliados para sus andanzas que, lejos de amansarle los ánimos, lo que han hecho ha sido fomentar sus malas ideas y, si a ella no se le ocurre nada malo que hacer, pues le echan una manita.
        Me estoy refiriendo, por supuesto, a mis queridísimos sobrinos. Una especie de versión en carne y hueso, de Phineas y Ferb, solo que sin inventos geniales y que en vez de hermana chivata, han encontrado a una prima dispuesta a arriesgar su integridad física (y mi integridad mental), con tal de salirse con la suya.
       De momento, en un par de meses, han conseguido que les restrinjamos las visitas mutuas y, al menos en el caso de mi hija, recuperar su estilo de vida dieciochesco, privada de todo aparatejo electrónico. Y que no se queje. Que últimamente me he estado planteando si la historia no ha sido demasiado dura al criticar el uso de la tortura por parte de la Inquisición, que seguro que quien inventó tan divertida agrupación era padre de adolescentes, preadolescentes o cualquier ser de hormonas revolucionadas, tenga la edad que tenga. O, en su defecto, tenía perro. Porque sí, los perros también tienen edad del pavo, al menos el mío, que está en plan rebelde sin causa y hace lo que les sale de las pezuñas.
       Esto en lo que se refiere a mi vida. En lo que se refiere al resto del mundo, pues increíblemente va casi peor que yo, que al fin y al cabo he mejorado algo. Nuestro planeta, tan redondito, azul y lleno de bichos vivientes, va como el culo y sin muchas expectativas de mejora. Y no voy a decir nada de nuestro terruño, que cada vez se parece más a la comunidad de "Aquí no hay quien viva", en la que hay quienes intentan vivir tranquilos y no pueden, los que se dedican a intentar hacer la vida imposible a los demás y lo consiguen; y los que, sin currárselo lo más mínimo, consiguen que la mitad de la sociedad piense que son imbéciles y la otra mitad esté convencida de que son la encarnación del mal en la tierra. No, no me estoy refiriendo a los tertulianos del "Sálvame", hablo de nuestros políticos, que han conseguido en tiempo record, tener menos credibilidad que los menús bajos en calorías de las hamburgueserías.
       En principio tenemos elecciones el día 20 de este próximo mes de Noviembre. Y las dudas me acosan, porque las opciones de voto son bastante similares a elegir entre comer hormigas o cucarachas . Y claro, una se plantea si no habrá llegado el momento de comprar acciones de Cucal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario