miércoles, 15 de septiembre de 2010

La evolución del Homo Edadelpavus

  Mi hermano, el pequeño de los dos chicos, es el ejemplo, de que con tiempo y paciencia se puede conseguir, que el adolescente más insoportable, se convierta en un adulto, razonable y trabajador (o que al menos, de el pego).
   Aunque sólo me llevo dos años con él, lo cierto es, que de críos no hemos jugado demasiado juntos. Y él, la verdad, siempre ha sido un niño que se apañaba muy bien para entretenerse solo. Recuerdo, los tambores de detergente, reciclados en contenedores de "clicks" de Playmobil (entonces Famobil). Llenos siempre a rebosar, porque era lo que más le gustaba y, siempre que tocaban regalos, ya fuera por Reyes, o cumple, le caía algún paquete de estos muñequitos, que vivían bastante mejor que nosotros, con granja, barco, y de todo.
  La cuestión es que de críos, tuvimos una relación sin mucho sobresalto. Yo no recuerdo que nos lleváramos, ni bien, ni mal, sino todo lo contrario. Teníamos nuestras peleas, como todos los hermanos, pero lo más que recuerdo de ellas, fue una época en que le dió por morder, y pegaba unos bocados, que te dejaba la marca durante una semana.
   Su adolescencia, como ya he adelantado, fue bastante insoportable...., vale, dejemos las sutilezas, no había quien le aguantara. Y la paciencia, de la que he hablado antes, no habitaba en ninguno de los hermanos, por lo que, el único apoyo que tuvo fue el de mi sufrida madre. Porque los demás, posiblemente, le hubiéramos cambiado la cerradura de casa, sin vacilar.
   Supongo, que no le ayudamos, precisamente, a pasar una etapa que, evidentemente no estaba llevando bien. Pero en realidad, nosotros mismos, pasábamos más o menos por la misma etapa. Y en plena efervescencia adolescente, se es muchas cosas, pero no razonable.
   Afortunadamente, maduró como todo el mundo (aunque a algunos no se les note). Y después de evolucionar como Goku (una de sus series favoritas), ahora vive tan feliz con su Txula y su txurumbel. Trabajando, cuando hay (como todo el mundo últimamente). Y aguantando a todos los sobrinos pegando botes a su alrededor, o dándole la lata para que les lance por los aires, porque saben que es el que más les menea. Y, sobre todo, babeando,  porque tiene algo que esperaba, hace bastante tiempo. Mi sobrinillo, el peke de la familia, hasta ahora, y espero que por poco tiempo. Que es otro bichillo, como todos los demás, pero su padre riega las plantas, con la baba que le cae.

2 comentarios:

  1. RIEGA LAS PLANTAS Y ME LLENA LA PISCINA, PERO CUANDO SE MOSKEA EL TXURRUMBEL PACIENCIA LA JUSTA, JAJAJAJ.
    DE TODAS FORMAS AGREGARE A TU ARTICULO LA GRAN VIRTUD DE EMPEZAR Y NO ACABAR NADA Y TODOS SABEMOS DE KE HABLO Y SIN DEJAR ATRAS LA FACILIDAD KE TIENE PARA HACERME TAN FELIZ.

    Fdo. la madre del hijo del hermano pequeño de la autora.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, de vez en cuando si que acaba algo. Tienes una prueba de casi un año, que corre que se las pela con un tacatá, jeje.

    ResponderEliminar