jueves, 12 de agosto de 2010

Pues se ve que hoy no pinto

   Resulta que hoy me iba a poner a pintar la habitación de mi hija, después de muchos "ya lo haré", y realmente esta vez estaba mentalizada. Ayer puse a remojo el rodillo y brochas varias para que se fueran ablandando. Puse plástico por todo el suelo y encima de los muebles, y lo dejé todo preparado a la espera de poner hoy la cinta de carrocero (que no me quedaba) y empezar a pintar.
   Después de hacer la compra, pedir hora en la pelu para mi hijo para esta tarde, y recoger al susodicho de la academia de repaso (ha suspendido mates, el muy.....), he llegado a casa. 
    Me he puesto la ropa de pintar, he mezclado bien la pintura y......, primer obstáculo, al escurrir el rodillo, ha empezado a perder pelo y se ha quedado como Chiquito de la Calzada. Como estoy habituada a que me pasen estas cosas, me lo he tomado con paciencia y he tirado el rodillo, como si nada. He sacado otro rodillo que mucho me temía que no me iba a valer porque es para otro tipo de superficies. Efectivamente, después de subirme a la escalera con todos los aparejos, el jodío rodillo no me pinta el gotelé (odio el gotelé). Por no bajarme, a grito pelado le he dicho a mi hijo que me trajera de la cocina las brochas. Me ha dicho "vale" y se ha ido, volviendo a los diez segundos para preguntarme "¿qué me has dicho que te traiga?", intentando contenerme para no tirarle algo, le he repetido que las brochas y he esperado estoicamente en lo alto de la escalera a que me las trajera (sin muchas prisas, que pa qué). Finalmente, armada ya de brochas, he reiniciado la obra pero, naturalmente con la brocha tampoco me queda bien, por no hablar de que me voy a tirar un año para pintarlo todo a brocha y me voy a dejar los brazos en el intento. Con lo cual, he decidido que si llevo esperando un montón de tiempo para ponerme a pintar, lo mismo me da esperarme un par de días más y comprar otro rodillo, que tampoco estaba tan inspirada después de todo.

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