¡¡¡Jopetas!!!

   En estos momentos, gran parte de mi familia estará en casa de mi hermana en pleno sarao familiar. Así que supongo que debe haber un follón en su casa, del copón. Porque haciendo recuento son, mi hermana, el churri y los dos txurumbeles (4); mi hermano, la conductora novel y la rubia peligrosa (3); mi otro hermano, la txula y el loco del tacatá (3); mi tiíta, el tiíto y mi señora madre (3). O sea, en total trece personas, de las cuales 4 son niños. Vamos, apenas ná.

   Aunque mi hermana ya está acostumbrada a estos jaleos, porque el 90% de las reuniones familiares se hacen en su casa. Quitando algunas veces que nos vamos a Casa Txula, pero allí nos vemos más condicionados por el tiempo, porque solemos ir cuando hace bueno, que tiene patio y hay que aprovecharlo.

   Podríamos ir a casa de mi madre, pero como tiene un salón que parece el de la Polly Pocket, al final siempre acabamos en Casa Paco (jejeje), que hay más espacio y televisiones, güis y playesteisions varias, para amansar al menos a las fieras mayores. 

   En otro momento, o en varios con más tiempo, iré describiendo como son estos encuentros familiares, cada vez más numerosos, a los que de vez en cuando se suma algún añadido más, como el hijo putativo de mi hermana, o alguna de sus amigas (de mi hermana también), que además trae señor esposo y txurumbel, y a partir de finales de año, txurumbeles varios, que está embarazada de gemelas. Vaya tela.

   Así que, como es de imaginar, nuestras reuniones familiares son de todo, menos tranquilas y silenciosas. Pero la verdad, estando aquí lejos, sabiendo que están todos allí. No puedo evitar que me salga la niña que llevo dentro y se agarre una pataleta: "Jopé, yo también quiero".